Dueños de una ilusión

¿Cuántos clubes de Handball argentino pueden tener el orgullo de salir campeones en Europa? Sin dudas muy pocos. Los Juveniles del CID de Moreno viajaron hace 15 días a disputar la Mijas Cup, en la ciudad de Mijas, Málaga, España.

La conquista deportiva en la final, ante Melilla, sin duda es gloriosa pero yo quisiera destacar algo más, algo mucho más grande. Los que conocemos a esos chicos sabemos el potencial que tienen dentro de la cancha, entonces justamente lo destacable es lo que ocurrió fuera de la misma. Hubo un trabajo de hormiga de los chicos con sus padres para juntar moneda por moneda, vender tortas, rifas, entradas y tocar a todas las puertas posibles en busca de ayuda.
Alguien llegaba al CID y podía ver que había una movida, que algo importante se estaba gestando. Y atrás de esos chicos que juegan tan bien había familias movidas por la pasión de sus hijos haciendo todo lo que estaba a su alcance.

En un principio el viaje era una utopía, se contaba con ayuda gubernamental que finalmente no llegó, se pensó en ir con más equipos, pero no cerraban los números. Como si todo esto fuera poco sucedieron dos hechos claves que podrían haber hecho malograr el viaje.
El primero fue que el entrenador de los chicos Alejandro De La Quintana fue llamado desde Chile para hacerse cargo de la selección mayor femenina. La partida del Negro sin duda  generaba no sólo tristeza, si no también incertidumbre ya que siempre fue el guia espiritual del lugar y el encargado practicamente de todo.
La otra incidencia era que había que ir a jugar el nacional de clubes con 5 de los integrantes del plantel que iba a Mijas, lo que lo hacía economicamente inviable, porque a esta altura todos sabemos que los equipos de Femebal viajan a representar a Femebal pero no reciben ni un peso de Femebal, entonces había familias que tenían que pagar el viaje a España y el viaje a Mendoza (y en algún caso se sumaba el viaje de egresados a Bariloche!!!).

Haciendo malabares y trabajando mucho el club tuvo que madurar la partida de su fundador y fue poco a poco acomodandose, fueron a Mendoza y un mes mas tarde partieron a Mijas.

Durmieron en el piso de un Colegio, mientras algunas delegaciones noruegas o alemanas lo hacían en hoteles de lujo, jugaron como siempre, con el corazón, con ilusión y con la misión de disfrutar lo que tanto había costado conseguir.
La primer semana los chicos disputaron amistosos y a partir de la segunda comenzó la Mijas Cup. Había 90 equipos de todos los lugares del mundo, el torneo fue de menos a mas y los chicos tras grandes actuaciones se encontraron en la gran final.
Ganaron la final con autoridad, como a lo largo de todo el torneo, se consagraron como los embajadores del CID en Europa y se sumaron a Antonela Mena como representantes de un pequeño club a nivel mundial.

Sin duda un logro mas que importante, un grupo de padres, un club con ganas y proyectos de crecer y un grupo de jugadores que será el encargado de  llevar al CID hasta lo más alto del handball nacional e internacional. Gracias chicos, gracias Negro, gracias Horacio y gracias queridas familias por este inmenso logro! A disfrutarlo!