1) ¿Cuándo y dónde empezaste a jugar?
Empecé a jugar en la escuela Nº12 de Vicente López donde había un taller de handball. Ahí estuve 1 o 2 años con mi hermano Gonzalo y luego nos fuimos a jugar a VILO porque el que daba el taller en el colegio era el Coordinador de handball en vilo donde ya estaba jugando hacia un par de años mi hermano más grande Chelo.
Creo que a nivel de grupo nosotros creíamos que podíamos hacer un mundial muy bueno, que teníamos una zona complicada, que Eslovaquia y Corea eran unos rivales muy difíciles, pero que si estábamos bien les podíamos ganar y así pasar de ronda. Igual creo que lo que nadie se esperaba era que le ganemos a Suecia, una potencia mundial y era el local con todo a su favor esto creo que fue lo que potenció el gran mundial que hicimos.
3) ¿Cómo fue tu temporada y cuál es tu futuro? Seguís en Torrevieja o en Asobal??
Mi temporada a nivel club no fue lo que yo esperaba, venia de hacer un gran año en la temporada 2009/2010 y por ahí buscaba hacer algo parecido pero por distintas razones, no terminé jugando lo mismo y al mismo nivel y eso me relegó a perder algunos minutos en cancha que por suerte fui recuperando en la segunda vuelta del torneo. Además sufrí una lesión en tobillo derecho después del mundial, algo que me dejó afuera de los partidos durante un tiempo.
Lo que te puedo decir es que en Torrevieja no voy a seguir jugando pero si voy a ir a un club de la Asobal, en los próximos días ya firmaré el contrato y saldrá a la luz el club donde voy a jugar.
Después de la gira por España y de los amistosos con Francia ahora nos dieron unos días de vacaciones que era algo que yo estaba necesitando un poco porque fue un año largo, más teniendo el mundial en enero, y un torneo así te desgasta mucho físicamente y mentalmente. Luego de estas mini vacaciones retomamos los entrenamientos el 27 de junio y ahí si ya no paramos más hasta que cada uno vuelva a sus respectivos clubes. Después no sé cuál es la idea de Dady y el cuerpo técnico de cuando juntar el plantel para ir a Guadalajara.
Clasificar a una Olimpiada es el sueño del handball Argentino y no es menos para mí, creo que es una competición a la que todo deportista quiere ir, es algo único, una experiencia que no se da todo los días y es imposible de olvidar lo que se vive en una olimpiada por todo lo que significa.
La verdad es que se sabe pero no se piensa en eso. Sabemos que hay un antes y un después si se clasifica a los Juegos Olímpicos, este deporte va a crecer muchísimo y que todo lo que fue pasando en este año con la copa bicentenario en el luna, el mundial, lo de Francia , se va a multiplicar por mucho, vamos a tener mucha mas repercusión en todo sentido. Pero ahora sabemos que si no se cumple el gran objetivo de todos, muchas de estas cosas por ahí desaparecen y vamos a perder el apoyo de mucha gente.
Tuve sensaciones muy lindas porque era recibir al campeón de todo en nuestro país, al mejor equipo del mundo en la actualidad y era un desafío muy lindo, aparte por el marco que se dio a nivel público en los 2 partidos y eso te hace rendir al máximo para hacer el mejor partido posible y no defraudar a toda la gente que nos vino a dar su apoyo.
De ese equipo tengo el mejor recuerdo porque era muy joven cuando fui y todavía no tenía por ahí las experiencias que tengo ahora de vivir fuera de mi casa y por suerte me encontré con un grupo de gente de 10, que me trató desde el primer momento como uno más , parecía que llevaba toda la vida con ellos, era un equipo muy completo, en Córdoba hay muy buen nivel de handball y más allá de los refuerzos se notaba que era un equipo muy competitivo y que podía hacer grandes cosas a nivel nacional. Con muchos de ese equipo a veces sigo hablando por medio de internet.
Algo muy importante en mi puesto a nivel internacional es: primero la altura, después tener un buen lanzamiento externo y variedad en los lanzamientos, tanto en apoyo como en 1 o 2 pasos, no siempre tener que lanzar haciendo los 3 pasos, porque ahí es cuando la defensa toma tu tiempo de lanzamientos al igual que el arquero. Otra cosa muy importante es la visión de campo.
No tuve un único entrenador que me haya marcado. Todos algo me dejaron. A todos trato de exprimirlos al máximo posible y adoptar la mayor cantidad de conceptos útiles para mi juego.
Mis mejores compañeros fueron mis dos hermanos dentro de la cancha, cuando jugamos en VILO. Estaba bueno esto de poder charlar en casa sobre como jugarle a los rivales, mas siendo primeras líneas, donde terminábamos formando pequeñas sociedades que casi nos terminamos conociendo de memoria como juega cada uno.
Lo que me imaginaba era que iba a jugar a este deporte en el exterior, no sabía en qué liga, si en una buena o en una regular. A nivel selección nunca me imaginaba que íbamos a lograr todo lo que estamos logrando creo que era más un sueño y todavía estoy convencido que nos quedan muchas cosas por lograr.
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