Las comparaciones siempre son odiosas, es cierto.También es cierto que la hermandad y la unión latino americana es lo que permitirá a nuestros países un mejor pasar. Pero en el ámbito deportivo la rivalidad con los hermanos brasileños es ineludible, en cada disciplina donde se enfrentan la celeste y blanca y la verde amrelha hay pasión, nadie quiere perder y se vive como una verdadera batalla.
El handball argentino atraviesa a nivel selección una notable mejoría, mérito de los jugadores, los cuerpos técnicos y los dirigentes. Y es inevitable no mirar a los vecinos, en este momento puntual si bien estoy convencido de que a nivel clubes los brasileros están varios pasos adelante. A nivel selecciones no es así, ya en el mundial de Sueciala imagen dejada por los cariocas fue pobre, y la pasada semana comenzaron una serie de test match contra Dinamarca (casi un equipo B ya que las figuras no viajaron). No sólo preocupa la derrota, si no también la falta de público y organización.
Muy lejos de la fiesta que vivimos en el Luna Park, excelentemente organizada y con muchísimo público, y como si eso fuera poco Argentina jugó de igual a igual y casi se lleva el segundo partido.
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