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sábado, 11 de junio de 2011

La fiesta del Handball


Hace 40 minutos que intento comenzar este post, si volcara en él todas mis sensaciones podría llenar mas de 50 páginas. Resumirlo es muy complejo, ¿cómo explicar lo vivido anoche en el Luna Park? No alcanzarían los adjetivos, todo sería mezquino.

En la noche mágica se conjugaron dos factores, el primero poder ponerle un rostro, expresiones y movimientos a todos esos apellidos que los amantes del handball conocemos de memoria, ¿cuántas horas de YouTube tenemos encima poniendo en el buscador "Karabatic" u "Omeyer"? Sin duda la visita de Les Experts fue un hecho sin precedentes, la calidad de juego, el handball elevado a su máximo nivel fue un regalo para la vista y el corazón.

Si hubieran dado una exhibición me hubiera gustado, pero aquí aparece el segundo factor que es de igual trascendencia que la presencia de los galos, el múltiple campeón se enfrentaba nada menos que a nuestra generación dorada. Un conjunto nacional que está llamado a dar el tan anhelado salto de calidad que todos soñamos, añoramos y necesitamos.

La presentación al mejor estilo NBA ya nos daba la pauta de que estamos dispuestos a mostrarle al mundo de que podemos hacer las cosas bien, atrás quedaron las épocas donde los jugadores pagaban sus pasajes o donde era impensable llenar un estadio si quiera. Los chicos argentinos fueron recibidos con la misma intensidad que Messi o Tevez, Diego Simonet logra en la tribuna lo que sólo la pulga o el Diez en algún momento pueden, es generar ese murmullo de que algo grande está por pasar si Dieguito tiene la pelota, es amado absolutamente por la gente y lo mas importante que es por mérito propio, acá no hay ningún representante metiendo fichas ni un Niembro que se lleva parte del pase, lo que genera "el Chino" siempre ha salido desde adentro de la cancha, donde realmente se ven los pingos.

La primera mitad fue toda para Francia, con un Nikola Karabatic birllante los franceses tomaron una ventaja de 10 goles. Defendiendo muy duro y atacando con claridad, movilidad e inteligencia. Sorhaindó, Karabatic y Narcisse saldaron la deuda de Almirante Brown. Para los amantes del handball fue una lección realmente y la oportunidad de ver en vivo cosas que solo hemos visto en video, continuidad de juego, calidad y potencia de lanzamiento, desmarques permanentes, fluidez, una armonía en ataque y dureza en defensa. Los franceses en todo momento jugaron la final del mundo, lo que hace todavía mas grande a Argentina. Sabían perfectamente que no podían dar ventajas porque podían pasar sobre saltos.

Fernando García tuvo una noche que nunca olvidará, cerró el arco y fue el artífice de la levantada Argentina. Basándose en una defensa de anticipación y mas claridad en ataque los chicos de Dady Gallardo lograron colocarse a 2 goles del múltiple campeón. Cuando el Negro pateó la pelota de Bingo a la popular el Luna Park se venía abajo, no se como habrán sido aquellas veladas con el Mono Gatica o Carlos Monzón pero les aseguro que esta no tenía nada que envidiarles. La gente gritó, alentó y deliró con un equipo que le puede ganar a cualquiera.
Excelentes actuaciones de Agustín Vidal, de Sebastián Simonet y de Pablo Portela en defensa. Pero les digo algo, terminado el partido yo no quería una foto ni con Jerome ni con Karabatic, yo quería una foto con Gonzalo Carou, el pivote ex River tiene una entrega y un sacrificio que convierten a Mascherano en un nene de pecho. Carou aguantó todo el partido luchando con verdaderos atletas, defendió y bloqueó hasta niveles insospechados y dejó absolutamente todo. Siempre con humildad, sin hacer un sólo gesto, conciente perfectamente de su tarea y lo valioso de su aporte. Además lo dicho en épocas mundialistas, Gonzalo sumó a su gran capacidad mucho gol, y terminando el partido (cuando más cansado estaba) fue una llave para abrir la complicada defensa francesa.

Fue hermoso desde todo punto de vista, uno podía levantar la cabeza y ver a dos personas de Ward, 3 de Quilmes, a Enrique Menendez, a Mauricio Torres, a jugadores, ex jugadores y a todos, fue como si el handball Argentino cumpliese años y todas las personas que lo aman o son importantes hayan estado presente, fue justamente eso, una fiesta.

¿El resultado? 31-34, lo paradójico es que estos chicos han logrado que nos vayamos con la sensación de que se podría haber ganado. Hace 10 años perdíamos por mil, por cien, hoy jugamos de igual. Gracias jugadores, gracias cuerpo técnico, gracias dirigentes, gracias a todos lo que sintieron esto y más.

1 comentario:

  1. juan manuel de arma11 de junio de 2011, 20:13

    lo importante es que los jugadores tengan su espacio para ser reconocidos, son los principales actores de este deporte; junto a los arbitros, tecnicos y dirigentes!! todo es uno solo!! sin alguno de estos factores el handball decaeria,
    momento de sumar y de proyectar el futuro!!
    no hay magia ene sto, si enfilamos para mismo lado, seguro conseguiremos resultados!!

    como dicen en la pelicula "el Gladiadior"
    "Gladiadores los saludo"

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