Los africanos lideraron todo el encuentro con un buen juego en ataque y buenas subidas de contra ataque. Sin embargo en la segunda mitad los austríacos levantaron mucho el nivel. Terminaron ganando los europeos con 3 goles seguidos de contra de su extremo derecho, el último luego de una pérdida insólita en ataque de los Tunecinos. Victoria para los de Magnus Andersson, aquel glorioso jugador de la generación dorada sueca.
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