Conducir

Entrenar a un equipo es una situación compleja que requiere de muchísimos factores a tener en cuenta, como son la planificación, la preparación física, técnica y táctica, la preparación de los partidos, etc, etc.

Si bien hay infinidad de modos de encarar la dirección técnica de un equipo hay un factor que me resulta determinante y que a veces no tiene la relevancia que merece. Y es la conducción del grupo, un entrenador es la cabeza visible de un grupo y de un proyecto, es quién debe conocer y reconocer a sus jugadores para sacar lo mejor de cada uno. Es tan importante para un equipo entrenar bien en la semana como la capacidad del entrenador en el partido para comunicarse con sus jugadores y rotarlos de manera de lograr el máximo de las posibilidades para el equipo.

No todos los jugadores reaccionan igual y es lógico, es por eso que el entrenador debe establecer un vínculo significativo con su jugador, ¡cuidado! no hablo de ser amigos, eso puede existir o no, pero me refiero a un conocimiento mutuo y a una confianza que le permita al jugador saber que el entrenador hará todo lo posible por lograr el mejor resultado tanto como del equipo como del propio jugador.

Si pensamos que un equipo esta compuesto aproximadamente por 14 jugadores el entrenador debe conocer esas 14 realidades y debe saber como llegar a cada uno. Un entrenador que les grita a todos, o que le acaricia la cabeza a todos está claramente equivocado. Debe saber de antemano como reaccionan los jugadores y como necesitan ser estimulados.

En las primeras semanas de trabajo mientras se diagnostica el trabajo que se hará con posterioridad considero pertinente que el entrenador haga notas también de las características personales de cada jugador, también debe proponer espacios tales como cenas, salidas o eventos que le permitan acercarse mas y conocerlos mejor. Solo así se podrá sacar el máximo rendimiento y aprovechar a cada jugador en el momento y la posición donde mas y mejor rinde.