En un partido de la liga griega, categoría juveniles se dieron los siguientes hechos que me resultan tristes y lamentables. Que sea en Grecia es completamente irrelevante, esto puede suceder en cualquier lugar del mundo. Vean la actitud de ese chico que empuja con ambos brazos extendidos, con la única intención de lastimar al portador de la pelota a quién no puede defender por su ubicación. Luego hay una falta grosera al pivote y también un codazo en ataque, tras un giro.
Esto en las categorías de base es nefasto, no se debería permitir de ninguna forma y realmente me pregunto como un jugador llega a esto, tan lejos del espíritu del deporte.
En primera instancia, en lo inmediato el árbitro debería sancionar con mayor dureza estas situaciones, de forma ejemplificadora. El entrenador debería sacar al jugador de la cancha y conversar sobre estas actitudes, por supuesto que en la semana acompañado de un trabajo de contención y seguimiento para que no se repita.
Los dirigentes analizar que es lo que genera esta violencia, si es un caso puntual o aislado o es necesario tomar cartas en el asunto.
El hecho es que a mi juicio no queda en una par de situaciones "rudas", son faltas graves que atentan contra la idiosincracia del handball y no deberían ser vistas en ninguna cancha del mundo a ninguna edad.
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