Responsabilidad

¿Todos tenemos claro nuestro rol cuándo somos parte de una u otro forma de un partido de categorías inferiores? Es fundamental que cada uno conozca y actúe responsablemente cuando los protagonistas son los chicos. Veamos:

Los padres: el padre debe ser conciente que lo importante del partido no es ganar o perder, ese es el concepto clave. Cuando acercamos a nuestros hijos al deporte no debemos pensar en un futuro profesional o con éxitos, si realmente amamos a nuestros hijos debemos pensar en el proceso de socialización y la posibilidad de interactuar con chicos de su misma edad, mediante el cumplimiento de objetivos, pautas y por sobre todas las cosas el disfrute que produce practicar un deporte.
Un chico percibe absolutamente todo lo que hace su padre, y éste debe ser el primero en transmitir tranquilidad. El partido es una instancia para disfrutar, no para padecer. El respeto al árbitro y a los rivales deben ser prioritarios, es por eso que el padre debe hacer lo propio comportándose como adulto responsable.

El entrenador: la cantidad de minutos y la estrategia planteada nunca debe estar supeditada a los resultados en las categorías de base. Cada chico tiene el derecho de participar y los entrenadores la obligación de hacerlo participar. El mini deporte obliga a la rotación en cada período y no cuenta los goles, tomemos ese sano ejemplo y traslademoslo hasta los 14 años. Ningún equipo de cadetes debería marcar 6-0 nunca, ningún cadete debería jugar menos de 15 minutos por partido. Hasta menores la cuestión tiene que ser formativa 100%, ningún entrenador debería nublar su vista por el tablero electrónico.
También es importante no encasillar a los jugadores en un puesto a edades tempranas, Juancito no puede ser pivote a los 12 años, Juancito debe recibir estímulos que apunten a su formación motriz y no hacer uso de su contextura de un puesto que luego tendrá consecuencias negativas, como la carencia de desplazamientos y la falta de experiencias motoras y coordinativas.
 En la Federación debe existir una capacitación permanente de entrenadores que apunte a controlar este tipo de cosas y hacer que los entrenadores puedan trabajar mas y mejor, no permitiendo este tipo de cosas que son negativas para con la formación de las personas y jugadores.

El árbitro: debe dirigir pedagógicamente, entendiendo que su función no es simplemente hacer cumplir las reglas, el verdadero arte del silbato es convertirlo en una instancia de aprendizaje, no sólo explicando sus fallos con claridad. Si no también intentando reducir al mínimo el margen de error, ya que es importante que los jugadores en etapas de formación no reciban estímulos negativos. Me refiero a que si un jugador vienen trabajando en los entrenamientos hace un tiempo la caída en cero y la salida con 3 pasos, será fundamental que no le cobren que camina en el partido. Si un pivote mete un bloqueo y le cobran falta de ataque, o bien un defensor golpea violentamente a un rival y no es sancionado todo eso repercute negativamente en la formación del jugador. El árbtiro en las etapas formativas no debe ir a los partidos pensando sólo en las reglas, debe ser conciente que es parte importante en el proceso de formación de jugadores.

Todos los que asistimos a estos partidos debemos velar por crear un ambiente propicio para los chicos, es la única forma que el deporte sea formativo, depende de nosotros.