La derrota ante Suiza quitó a los chicos argentinos la ilusión de seguir avanzando en el Mundial Juvenil de Mar del Plata. La previa daba para la ilusión ya que Suiza trabajó para derrotar a Chile mientras que Argentina hizo un gran partido ante una potencia como España.
Sin embargo los europeos fueron mas ordenados, contaron con un arquero mas que inspirado que paró casi la mitad de los lanzamientos, sin duda Portner fue determinante en el resultado final. Protegido tras un 6-0 compacto la ilusión argentina chocó varias veces con el arquero o con los blocajes, no pudo encontrar al pivote ni conectarse con los extremos que se veían obligados a tomar lanzamientos con poco ángulo.
No sólo la victoria ante Chile y el partidazo ante España nos hacían soñar con la clasificación, si no la gran preparación en lo previo. Los chicos estuvieron entrenando 4 veces por semana (sumado a que algunos juegan en Junior y Liga y los entrenamientos en sus clubes) y su excelente participación en la Granollers Cup.
El trabajo y la preparación previa fueron impecables, lo único que preocupó fue la fractura en el dedo sufrida por Pablo Simonet que lo obligó a someterse a una operación llegando mas que justo al Mundial.
Argentina mostró jugadores interesantes y una excelente proyección, se debe seguir por el buen camino y superar rápidamente la frustración de la derrota ante Suiza.
Ahora el objetivo es terminar lo más arriba posible, seguramente el Chino García le esté transmitiendo a los chicos la importancia de seguir luchando hasta el final y lo trascendente de lograr la mejor ubicación posible.
Gabón a las 18 horas del lunes es el próximo rival, y Argentina deberá borrar la derrota y luchar por la victoria.
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