En la previa a la final, hablamos de que Dinamarca iría en busca de revancha frente a España luego de quedarse afuera de las semifinales del Europeo. Y así fue, hubo venganza y nada menos que para consagrarse campeones del mundo por segunda vez en cuatro ediciones del mundial juvenil.
El partido mostró paridad al comienzo. Dinamarca logró sacar una leve ventaja de 3-1 y obligó al técnico español a pedir minuto para "avivar" a los suyos y funcionó ya que igualaron 4 y desde ahí hasta el final España se asentó mejor en el juego y marcó una diferencia de 4 goles para irse al entretiempo por 17-13 arriba y con muchas chances de ser campeones.
El segundo tiempo fue una pesadilla para los españoles donde solo pudieron convertir 5 goles, en parte por errores propios (no aprovechó las exclusiones danesas por ejemplo, llegando a perder 2 veces la pelota con un jugador más) y por el gran trabajo de Dinamarca en defensa. Sumado ambos factores implica pérdida de confianza, lo cual es letal en este deporte. España tampoco estuvo fino en defensa en esta segunda mitad, su principal virtud, y los daneses si lo aprovecharon y se llevaron el partido por 24-22. También tuvieron a Baagoe Theis encendido, quien fue el goleador del partido con 7 goles.
Un dato a destacar es el público que se acercó a ver la final. Fueron alrededor de unas 4000 personas, algo inusual en un partido de esta categoría cuando no juega el equipo local. Diego Simonet, vía twitter decía: CANCHA LLENA EN LA FINAL y no juega Argentina. ESO ES PASION!
En otro orden, en el partido por el tercer puesto, Suecia superó a Alemania por 28-24 y por tercera vez consecutiva se lleva la medalla de bronce. Al quinto lugar se lo llevó Egipto al ganarle a Suiza por 25-24 y en la séptima ubicación terminó Alemania que derrotó a Croacia por 29-28.
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