El inventor de la rosca

"Nada nuevo bajo el sol" suele ser una expresión trillada, también en nuestro deporte solemos escuchar el famoso "está todo inventado". Por supuesto que no estoy de acuerdo, siempre hay lugar para la innovación, y nunca debemos resignarnos táctica ni técnicamente a la resolución de problemas. Pero este no es tema de este post.

Hubo un momento donde no estaba todo inventado y un jugador nos trajo cosas nuevas bajo el sol. Maricel Voinea fue un jugador rumano que se destacó en ASOBAL, no sólo por su gran rendimiento y enorme talento si no porque fue el primero al que nosotros, los amantes del handball y del balonmano, le vimos lanzar con efecto y rectificando.

Muchos lo conocen como "el inventor de la rosca" él humildemente contestaba que había visto a un islandés lanzar de esa forma. Voinea nació en 1959, en Rumania, en su país jugó en el HC Minaur y luego paso a ASOBAL donde jugó en el Avidesa Alzira de Valencia, junto a otro talentoso y extraordinario jugador extranjero como Stinga.
Eran épocas doradas, de estadios repletos y emociones por doquier.

Luego de su etapa en España pasó a Alemania a desempeñarse como técnico-jugador en el HC Ibbenburen y en el TSV Landsberg.

Jugando para su país obtuvo los bronces olímpicos de Moscú 1980 y Los Angeles 1984. Un auténtico crack.