Pasion Handball crece

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lunes, 2 de mayo de 2011

Determinantes


En general cuando se intentan otorgar méritos individuales en un deporte de conjunto se convierten injusticias, cuando pensamos en el jugador decisivo en un partido de handball la mayoría piensa en Nikola Karabatic lanzando con 4 croatas colgados del cuello y consiguiendo un gol impresionante, o la magia de Balic para dejar parados a dos defensores y definir con una rosca aérea. Ahora bien, si realmente dejamos la teoría del héroe o el salvador veremos que si bien hay rendimientos individuales altos que pueden inclinar un partido hacia un equipo es cierto que el trabajo de equipo es lo que prima para conseguir victorias y sobre todo volumen de juego.

Sin embargo hay un puesto donde si la individualidad puede hacer una enorme diferencia es en el arco, todos sabemos que para conseguir cosas importantes se debe contar con un buen arquero. Este fin de semana quedó mas que claro que la trascendencia del arquero puede hacer una diferencia significativa, tanto para bien como para mal.

El caso negativo y llamativo fue la baja efectividad del crack francés Thierry Omeyer. El múltiple campeón con "les experts" no encontró la vuelta los lanzamientos del Barca y debió salir del equipo. Vean lo trascendente que es Titi en el conjunto alemán que en un partido de bajo rendimiento suyo no pueden conseguir la victoria. Por supuesto que si hay un tema en el que trabajaron y mucho los pupilos de Xavi Pascual fue en los lanzamientos, basta con observar a los lanzamientos de 7 metros, los extremos y sobre todo la ubicación de los lanzamientos externos de Rutenka para imaginar que hubo mucho trabajo en ese aspecto. El Barca era conciente que muchas de sus posibilidades en Alemania pasaban por vulnerar la resistencia de la muralla que es Omeyer en el arco. Por supuesto que un partido, en mil que hemos visto de este sensacional arquero, no empaña para nada su trayectoria. Mas bien todo lo contrario, lo erige como practicamente la mitad de uno de los equipos mas poderosos y plagados de estrellas del mundo.

El otro caso determinante pero en forma positiva se dio en el mismo partid con Saric en el arco del Barcelona, acompañado de una brillante defensa del conjunto culé y de Szmal en el partido de vuelta contra el Montpellier. Saric totalizó 17 paradas, cobijado por una sólida defensa y aprovechando la poca efectividad y la falta de claridad en la toma de decisión de los alemanes.
Por el lado del polaco tuvo un partido brillante, cerrando el arco en la segunda mitad donde sólo permitió 9 goles y generó la locura en todos sus rivales que no sabían que hacer para vulnerarlo (exceptuando a Karabatic en otra muestra clara de brillantez).

En definitiva tener un gran arquero puede llevar muy lejos a un buen equipo. Veremos ahora en el Final Four cómo siguen los que aguantan los pelotazos.

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